jueves, 22 de octubre de 2015

LA EMOCIONANTE AVENTURA DE MI ESTANCIA EN LA UCI

Nunca se me van a olvidar las caras de mis padres y de mis primos, que estaban en el momento justo, en el lugar adecuado. Mientras me alejaba por ese pasillo nunca voy a olvidar el sonido de mamá, llorando tan fuerte como nunca antes la había escuchado, y papá tranquilizándola a pesar de que el también estaba llorando, cosa que solo había visto 2 veces en mi vida que yo recuerde. Adri y Pau se que también lo pasaron muy mal, les tocó vivirlo muy de cerca. Lloramos, ese día todos lloramos. Les dije que les quería a los 4 vientos, fue lo más sincero que me salió en ese momento, tenían que saberlo, tenían que oírlo de mi boca. Podría ser lo último que me oyesen decir.
Como ya dije, cuando entré a quirófano las enfermeras me tranquilizaban y me colocaban cosas por todo el cuerpo. Recuerdo que había como 4 o 5 solamente. Me dijeron que iban a empezar a dormirme. Y lo que se me pasó por la cabeza, cada vez más lento, fue que a partir de ese día o bien se cumplirían todos esos sueños y ganas de vivir que escribía antes en las entradas de este blog, o bien que todo se acababa allí, tumbada y sin enterarme de nada.
Cuando desperté no sabía cuanto tiempo llevaba dormida, ni si el trasplante había salido como todos queríamos, pero lo importante es que estaba allí. Seguía allí.
Empezaba a escuchar máquinas y gente a mi alrededor e intenté abrir los ojos. Allí estaban. Allí estaban mi madre y mi padre, y vuelvo a describiros sus caras: llenas de emoción y lágrimas otra vez, eran caras de felicidad, porque todo había salido prácticamente como los médicos querían.
Papá y mamá empezaron a contarme cosas de las nenas, de la familia, me decían que había muchísima gente preocupada y atenta a como iba evolucionando. No estábamos solos, eso desde luego.
La siguiente visita fue a las 3 horas aproximadamente. Y yo no sabía si era realidad o estaba soñando por culpa de todos los analgésicos que me estaban metiendo... pero escuché a mi tía, a mi Tata. Era imposible, vive en Tenerife y tan solo hacía 6 horas que había salido de quirófano. Ella me había prometido que cuando me trasplantasen iba a estar conmigo y así fue. La notaba muy contenta y emocionada.
Entre los 5 se iban turnando en cada tiempo de visita del día y sin duda eran los mejores momentos, aunque fuese prácticamente un visto y no visto.
Cuando empezaba a despertarme del todo fue la peor parte de estar en la UCI. No podía moverme porque tenía cables y tubos saliendo de mil sitios, y solo esperaba que llegase la hora de las visitas. El resto del tiempo me lo pasaba en la cama mirando hacia el techo, o medio dormida. La primera tarde, ya me dieron un puré de verduras para comer, a las pocas horas de quitarme el tubo que me ayudaba a respirar. Y en la cena un yogur. Para mi aquello avanzaba muy rápido.
Las noches se hacían eternas, no os lo podéis ni imaginar. A parte de que entraban en mi box cada dos por tres, tenía una cosa en las piernas que servía para que me circulase bien la sangre. Pues se hinchaban y deshinchaban una vez cada minuto y cuando no tienes otra cosa en la que pensar o fijarte... molesta mucho.
Al día siguiente las auxiliares me asearon... o eso dicen. Me menearon para todos lados yo creo que sin importarles tubos ni nada, que daño, que mala experiencia y que poco tacto. Esa tarde me cambiaron a una silla para estar un rato un poco mas erguida, y utilizaron una especie de grúa para no hacerme daño con los tubos, la sonda, etc. Pero sorpresa cuando ¡no funcionó!.Me hicieron un daño terrible por todo el cuerpo, era como si me hubiese atropellado un tren, me dolía absolutamente todo. En la silla aguanté 2 horas y por compromiso prácticamente, porque la maniobra para devolverme a la cama fue la misma pero al revés, y otra vez a tocar y remover todos los dolores. La hora de visita de este día vino con sorpresa porque me trajeron UNA RADIO.
Aun así, estas noches dormía de hora en hora, no sé si porque entraban cada poco a hacerme algo, porque no era capaz a conciliar el sueño o por los dolores. Pero por lo menos tenía radio, que me hacía una compañía inimaginable a esas horas.
Al día siguiente, ya era domingo. Esperaba las visitas con unas ganas tremendas, pero antes tocaba aseo, ajustar medicaciones, pruebas,visitas de médicos... Llegaron las visitas y se me alegró tanto la cara que me lo noté hasta yo.Ver a mis padres, a mi tía que mágicamente estaba allí conmigo, y a mis primos era como ver las estrellas en pleno monte y con una noche despejada. Era el momento álgido de mis días allí.
Este domingo ya me quitaron el aparato de las piernas y podía estar algo más a gusto, dentro de lo que cabe. Ya era capaz de hacer pequeños movimientos con ayuda de las enfermeras para cambiar de  postura y ladearme un poco, porque el dolor de espalda empezaba a ser preocupante para mi, ya que todo esto no había hecho nada más que empezar.
El lunes, por fin, el médico me dijo que ese día me subirían a planta ya. Recuerdo que cuando entraron mi madre y mi tía no se lo había dicho aún el médico a ellas y fui yo la encargada de dar las SÚPER-NOTICIAS. La alegría en esa habitación se veía rebosar hasta por la puerta y la ventana... todos estábamos de acuerdo en que iba todo muy deprisa y que eso significaba que todo iba bien, según lo previsto. Casi nos daba hasta miedo.
Me subieron a planta a las 7 de la tarde más o menos y una vez allí todo fue diferente, mucho más llevadero gracias a los míos. A los que SIEMPRE han estado, y a los que sé que siempre van a estar. Los que suman, los que acompañan, los que saben porque quieren saber de verdad... Os quiero a todos.

CONTINUARÁ...

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6 comentarios:

  1. Sigue con esas fuerzas y ese ánimo y apoyate de esa pedazo de familia que lleva peleando a tú lado desde el principio!!!!
    Eres una superwoman!!!!
    Esa espalduca en nada la estamos masajeando ya lo verás!!!!
    1 beso y un abrazo enormes!!!!
    Tania

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  2. Esperando próximo capítulo, enhorabuena guapa

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  3. Eres una valiente y como tal te mereces despertar cada mañana con una sonrisa en tus labios.
    Los niños..... (Porque aunque tu creas lo contrario de ser una niña!!!! Jjjjaa)Nunca deberian de sufrir.
    Pero este mundo esta creado asi.
    Un besito pequeña VALIENTE

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  4. Que valiente eres Clara, con lo jovencita que eres que que supervaiente y madura. Tu relato me ha emocionado tanto que estoy secando algun lagrimón que otro. pero estoy muy, muy contenta de que te encuentre ya ta bien, de que empieces a salir a la calle y que se abra para ti una nueva vida. Muchos besos preciosa, mi elefantito azul ahí sigue dando su fuerza y seguirá hasta que llegues a tu casa.

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  5. Conocer a gente como tú, aunque sea por un blog, nos ayuda a ver la vida con otros ojos, a intentar apreciar y valorar lo que tenemos un poco más. Gracias por compartir tu historia, muchos ánimos, no cabe duda de que siempre seguirás luchando. Eres genial, un beso!

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